Modernas
o Futuras
En este nuevo siglo es imposible ignorar que se está gestando una nueva
generación de empresas; serán sin duda las que se distingan de las del siglo pasado,
éstas: las nuevas: desafían los moldes de lo que anteriormente llamamos
modernas, el desafió es que rompen con las características que a las
modernas las hacían exitosas, aquellas que el siglo pasado atendían mercados
restringidos y necesidades regionales, aprovechaban nichos de mercado tradicionales,
algunas de ellas mantenían esquemas de comercialización primitivos el cliente
llega solo, sus sistemas administrativos eran cerrados y producían información
financiera para fines externos y muchas de ellas estaban subsidiadas. Las
modernas seguirán siendo exitosas, pero sólo por poco tiempo pues las
empresas del nuevo siglo, las del futuro, las sacarán de circulación, un
buen día las modernas irán a renovar su licencia y se darán cuenta que
está cancelada, simplemente ya no van a poder circular.
Las empresas del futuro son las que no tiene límites geográficos: su límite
es el mundo y se están preparando para que en cuanto se pueda, también puedan operar
fuera de él; piensan en mercados totales, no se conforman con una parte y acuden a donde
están los clientes -¿cuáles clientes? todos: cristianos, judíos, musulmanes,
mahometanos, budistas, pobres, ricos, simplemente todos.
Estas nuevas empresas son las que harán, sin duda, que el petróleo (causa de tragedias
económicas y guerras -la más reciente de ellas Irak-), aunque lo nieguen los que
intervinieron, sea una pieza de museo. Existen definitivamente alternativas de energía
más eficiente, menos contaminantes que están ahí esperando a convertirse en un producto
de consumo mundial, ¿quién será quién explote esta oportunidad de hacer negocio? ¿las
modernas o las del futuro? Sin lugar a duda las del
futuro. Las modernas están muy ocupadas en el corto plazo
obteniendo ventajas o subsidios para seguir operando o quizás esperando que se abran
oportunidades en determinadas regiones para crecer o, tal vez esperando que el gobierno
tome determinadas acciones para colocar algún servicio o producto. Las empresas del
futuro tienen une visión universal, están estructuradas para competir sin
ayudas, son empresas con una administración profesional, dirige quién sepa, capacidad
económica propia y con un gran apetito del mercado inversor por entrar en ellas, con
personal altamente capacitado y con un inagotable deseo de innovar, siempre pensando en el
futuro. Las empresas modernas únicamente administran, son una burocracia que
poco a poco se desgasta y que al final del camino terminará por liquidarlas.
Educación, alimentación y comunicación son los campos en los que las empresas del
futuro actúan hoy para estar preparadas para el mañana, son los giros sobre
los que el mundo tiene una gran responsabilidad y en los que existen verdaderas
oportunidades de hacer negocio, esperando utilidades dentro de cinco o diez años: largo
plazo, sin duda.
Es necesario ser conscientes de que si queremos empresas del futuro debemos
mantener un capacidad de aprender todos los días y de cambiar igualmente, todos los
días, debemos razonar que podemos hacer las cosas de una manera diferente y ser mejores
en todo, empezando por nosotros mismos.
Se está gestando una nueva clase de dirigentes y líderes, sin duda será mejor
enlistarnos con los del futuro, los modernos están destinados a
ser borrados.
03 Febrero 2004
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